El estado nutricional en el que se encuentra una
persona, nos indica como se han cumplido
sus requerimientos nutricionales, de manera que logre un estado de salud
óptimo.
El consumo real de nutrimentos depende de múltiples
factores: situación económica, hábitos de alimentación, estado emocional,
cultura, apetito y saciedad, capacidad de absorción, estrés, infecciones,
desequilibrio en el crecimiento, embarazo.
Es necesario consumir todos los nutrientes que el
organismo necesita, para poder tener un buen estado de salud y poder cumplir
con todas las demandas energéticas y metabólicas que el organismo reclama.
La gran mayoría de las enfermedades crónico
degenerativas, están íntimamente relacionadas con la nutrición: enfermedad
cardiovascular, hipertensión, cáncer, crisis cerebro vasculares, artritis y
enfermedades relacionadas con el sistema inmunológico e inflamatorias.
Cuando el consumo de nutrientes no es suficiente, o
adecuado para satisfacer los requerimientos diarios del organismo, éste trata
de adaptarse a esta deficiencia, para lograr la homeóstasis, en este proceso,
el metabolismo produce sustancias, para compensar estas deficiencias, por
ejemplo; el cortisol y cuerpos cetónicos. Si este estado se
convierte en crónico, el organismo sufre daño y la salud se ve afectada. La
misma situación se encuentra cuando existen excesos nutricionales.
Es muy importante por estas razones, que todas las
personas, se sometan a evaluaciones nutriólógicas a lo largo de su vida, para determinar su estado
nutricional, y así, detectar con rapidez desequilibrios nutricionales y
posibles riesgos para la salud. El conocer estas deficiencias nos permite,
llevar a cabo un plan de atención nutriológico personal, que corrija estas
carencias.
Existen varias razones por las que pueda existir un
desequilibrio nutricional:
Patrones de consumo de alimentos y nutrimentos:
- consumo de calorías inadecuado, ya sea por exceso o por déficit.
- Consumo de vitaminas mayor o menor del requerido
- Dificultad para deglutir
- Problemas gastrointestinales
- Hábitos de alimentación raros.
- Alteraciones en la función cognitiva o depresión
- Incapacidad o indisposición para consumir alimentos
- Mal uso de suplementos
- Estreñimiento o diarrea
- Dietas restringidas
- Limitaciones en la alimentación.
Factores psicológicos, sociales o ambos
- Bajo nivel de educación
- Barreras de lenguaje
- Factores culturales o religiosos
- Trastornos emocionales, como la depresión, anorexia, etc.
- Recursos limitados en la preparación de alimentos u obtención de alimento o equipo.
- Dependencia a alcohol o drogas.
- Falta o incapacidad para expresar necesidades
Trastornos físicos
- Edad: lactantes o ancianos
- Embarazo; adolescentes o embarazos muy cercanos entre sí
- Emaciación muscular o adiposa
- Obesidad o sobrepeso
- Nefropatías o cardiopatías crónicas
- Diabetes y complicaciones relacionadas
- Úlceras
- Cáncer y tratamientos relacionados
- SIDA
- Complicaciones gastrointestinales. (mala absorción, diarrea, cambios digestivos)
- Estrés catabólico o hipermetabólico, ( quemaduras, traumatismo, sépsis, estrés)
- Alteraciones visuales
Medicaciones
- Uso continuo de medicamentos.
- Administración múltiple o concomitante.
- Interacciones y efectos secundarios de medicamentos y nutrimentos.
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